El día de ayer miércoles 16 de Diciembre, tuvimos nuestra Séptima Clase de la Escuela de Discípulado. Clase tras clase aprendemos como ser un siervo; un Discípulo de Jesucristo.
En está clase aprendimos sobre "La Escritura y Las Escrituras", las cuales hacen referencia a las revelaciones divinas consignadas por escrito en distintas épocas y en conjunto, formando una fuente autorizada de Fe para el pueblo de Dios.
Al principio la escritura, se asocian con la ley:
"Y él Señor dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste. Prepárate, pues, para mañana, y sube de mañana al monte de Sinaí, y preséntate ante mí sobre la cumbre del monte. Y no suba hombre contigo, ni parezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte. Y Moisés alisó dos tablas de piedra como las primeras; y se levantó de mañana y subió al monte Sinaí, como le mandó el Señor, y llevó en su mano las dos tablas de piedra. Y EL SEÑOR DESCENDIÓ en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre del Señor." Éxodo 34:1-5
Vemos que la única vez que el Señor bajó y escribió con la punta de sus dedos, fue cuando fueron escritos los mandamientos. Y posteriormente el Señor uso a hombres, para continuar con su evangelio.
La Escritura es el inicio de una FORMACIÓN con Dios, es decir; es la base para rescatar la imagen de Dios, la cual fue perdida en el Jardín del Edén por la desobediencia de Adán y Eva.
Solo a través de la Escritura, el Señor revela sus secretos a los suyos: Los hijos de Dios.
"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable..." 1 Pedro 2:9
Corroboró: Selene Gallardo
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