La esclavitud

Pero el hombre cayó de su estado original por el abuso de su libertad en un acto de desobediencia y, como consecuencia, fue expulsado del paraíso. 

El pecado es la primera y la peor clase de esclavitud, y la fuente fructífera de cualquier otra degradación intelectual, moral y física. En este sentido, todo pecador es esclavo de sus propios apetitos y pasiones, y solo puede alcanzar la verdadera libertad mediante la salvación cristiana. 

Por ello, el Salvador dice: “todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado… si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” libres” Juan 8:34–36).

La esclavitud entonces nace del pecado, y más particularmente en la guerra y en la ley de la fuerza bruta. La lujuria del poder, la avaricia y la crueldad fueron los motivos originales; el secuestro, la conquista en la guerra y la compra por dinero fueron los métodos originales para privar a los hombres de su libertad personal y degradarlos a meros instrumentos para los fines egoístas de los demás. LB:U

¡Dios les bendiga poderosamente!

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